En los veintisiete días del mes de noviembre del año de mil setecientos cuarenta y siete, habiendo recibido los Santos Sacramentos, falleció María del Teso, conjunta de Pedro Escribano, vecinos de esta villa. Dio poder a su marido para que hiciese su testamento delante de testigos, el que lo hizo ante el fiel de fechos de esta villa, Andrés Ramos, y lo determinó de la manera siguiente: que el cuerpo de la referida se sepultase en la parroquial de esta villa de Aldeanueva de Figueroa, bancos abajo, y que se le hiciesen los tres oficios acostumbrados con asistencia de un sacerdote, llevando la ofrenda acostumbrada; misas votivas mandó las siguientes: una el primer viernes de su fallecimiento en el altar privilegiado, otra al Santo de su Nombre, otra al Ángel de su Guarda, otra al Cristo de la Custodia, otra al Cristo del Humilladero, y que estas sean rezadas; más mandó se pusiese sobre su sepultura por espacio de medio año media libra de pan cada día, y una luz; a las Obras Pías mandó lo acostumbrado. Y le di sepultura eclesiástica en dicha parroquial, dicho día, mes y año.